Todos en algún momento de nuestra vida hemos escuchado la frase: «No existe amor más grande que el de una madre a sus hijos». Una frase llena de sentimientos que Mamoru Hosoda logró plasmar a la perfección en la pantalla grande a través de la película llamada Wolf Children.
La mayoría de nosotros desde nuestra niñez siempre hemos sido cuidados por nuestra madre, vivimos una vida normal, conseguimos amigos en el colegio y al final luego de la graduación conseguimos un trabajo, nos casamos y tenemos hijos.
Este no es el caso para Hana, una joven universitaria a la cual un día le llama la atención un hombre de su clase llamado Ookami. Con el tiempo ambos se van acercando hasta que un día él le confiesa que es un hombre lobo, el último descendiente de su raza en Japón desde hace cien años; sin embargo a Hana esto no le importa y empiezan una relación. Con el tiempo su amor da de fruto a dos de hijos llamados Ame y Yuuki niños mitad humano y mitad lobo. Luego del nacimiento de Ame, el padre desaparece, Hana al buscarlo lo encuentra muerto y decide cuidar a sus hijos ella sola, por muy difícil que eso sea.
Tras muchas desventuras y dilemas como saber si criar a sus hijos como humanos o lobos decide irse al campo para huir de la vista de las personas y cuidar a sus hijos hasta que puedan valerse por ellos mismos.
Sin duda alguna, la película es excelente en sí, los personajes son sustanciosos y realistas, a tal punto que empiezas a preocuparte por lo que pueden suceder a los niños de Hana. Logrando mantener un hilo de los cambios psicológicos de todos los personajes cuando llega al punto de cada uno buscar su propio camino.
Se logra plasmar la realidad de que conllevan las decisiones de una madre y los esfuerzos y dificultades que presenta criar a sus hijos; sobre todo cuando estos no pueden ser criados de la manera que normalmente se debería. Además de los cambios del tiempo cuando estos ya crecen y empiezan a tomar decisiones es sin duda algo que te llena de sentimientos. Todo esto viene acompañado de una impecable banda sonora, compuesta por Takagi Masakatsu, que logra envolverte en el ambiente del filme.
Por el aspecto gráfico, podemos notar que los personajes carecen de detalles, siendo compensado de manera inteligente en cada escenario y ángulo de cámara en la película. En éstos se puede apreciar una animación casi fotorealista en los paisajes, tanto urbanos como rurales, siendo estos últimos donde se desarrolla la mayoría de la película. Los efectos de animación son excelentes y como muestran la diferente climatología se llega a sorprender por la calidad tan bien cuidada por la producción.
Se logra plasmar la realidad de que conllevan las decisiones de una madre y los esfuerzos y dificultades que presenta criar a sus hijos; sobre todo cuando estos no pueden ser criados de la manera que normalmente se debería. Además de los cambios del tiempo cuando estos ya crecen y empiezan a tomar decisiones es sin duda algo que te llena de sentimientos. Todo esto viene acompañado de una impecable banda sonora, compuesta por Takagi Masakatsu, que logra envolverte en el ambiente del filme.
Por el aspecto gráfico, podemos notar que los personajes carecen de detalles, siendo compensado de manera inteligente en cada escenario y ángulo de cámara en la película. En éstos se puede apreciar una animación casi fotorealista en los paisajes, tanto urbanos como rurales, siendo estos últimos donde se desarrolla la mayoría de la película. Los efectos de animación son excelentes y como muestran la diferente climatología se llega a sorprender por la calidad tan bien cuidada por la producción.
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Esto se ve bien groso O.O |
Sin duda alguna, esta es una película para recordar y puede hacernos mas conscientes de el trabajo que una madre puede llegar a hacer con tal que sus hijos salgan adelante.