Ser escritor, al igual que todas las artes, requiere de dos cosas: «talento» y «trabajo duro». El talento puede no ser explotado y sólo quedarse ahí, pero el trabajo duro es lo que realmente hace a un escritor.
Yo no me considero un escritor como tal, apenas soy un simple aprendiz que espera un día tener el nivel para poderse llamar a sí mismo escritor, pero de esta manera escribo este artículo de aprendiz de escritor a otros aprendices de escritores y escritores por igual.
Estos ejercicios que recomendaré a continuación, son ejercicios que me han recomendado, he visto o he modificado para adaptarse a mis necesidades, de igual manera, cualquiera puede crear ejercicios que le ayuden a mejorar en aquello que se sientan flojos.
Antes de comenzar, diré que en sí ningún ejercicio tiene nombre, así que improvisaré uno, quizá salgan unos bastantes raros o curiosos.
Palabras sueltas
Este ejercicio es lo que solemos hacer en la página de Facebook de Zona Fantasma. En sí es escoger tres palabras aleatorias o que alguien te diga tres palabras que escojan y a partir de esto escribir un texto narrativo. Este ejercicio sirve para practicar la experimentación y lograr escribir sobre temas variados de maneras variadas. Yo prefiero hacer este ejercicio con microrelatos, debido a que es más fácil trabajar y practicar sobre estos que sobre algo largo, pero al final, puede ser que salga una historia larga en base a uno de estos microrelatos que hayan escrito.
Nota: Si lo desean pueden usar un generador de palabras aleatorias como este: http://www.palabrasque.com/palabra-aleatoria.php
El acosador
Hay que decir que, como lo mencioné en el artículo de cualidades del escritor, la observación es una cualidad de las más importantes, ya que todo lo que pensamos viene de algo que percibimos con anterioridad. Así que este ejercicio se basa en eso. Se debe de ir a un lugar público y observar, escoger una persona de manera aleatoria, ver sus características físicas, grabártelas, ver lo que está haciendo y de aquí hay dos variantes. Una es deducir por qué está ahí y que hará después; y la otra es imaginar en lugar de deducir. La primera te ayuda para poder entender mejor el comportamiento de las personas, claro está, nunca podrás saber si lo que dedujiste era correcto, pero con deducirlo bastará. En cambio, la segunda te permitirá imaginar situaciones a partir de un hecho. Sea cual sea que hayas escogido, escríbela en un texto narrativo y quizá salga algo interesante.
Nota: Procuren que nadie se percate de como los observan o de como observan a otras personas, puede ser peligroso…
Tu entorno
Otro ejercicio de observación, aunque bastante más sencillo. Vea su entorno con tranquilidad, estudie cada rincón y descríbalo. Puede hacerlo en forma de lista o de manera narrativa. Lo importante es aprender a observar y lograr percibir cada pequeño detalle.
Los distintos caminos del escritor
Bueno este ejercicio es bastante interesante. Se trata de experimentar de múltiples maneras. La idea es coger un cuento o relato, si es propio mejor, leerlo y reescribirlo de distintas maneras. Jugando con los tiempos narrativos; cambiando de primera a tercera persona, y viceversa; cambiando el final; cambiando la historia usando otro género narrativo y así, como se te antoje. Fíjate una meta, por ejemplo: hacer 10 versiones diferentes y trata de cumplirla. Si lo logras, vuélvelo a intentar con otro cuento y con más versiones y así. Esto te ayudará para lograr obtener práctica en muchas formas de contar una historia.
Auto-biografía
Aunque no lo crean, una auto-biografía ayuda a entrenar habilidades. La puedes hacer del estilo que desees, al final es su decisión.
El investigador
Este ejercicio es un poco laborioso, pero puede dar resultados muy interesantes. La idea es escoger un evento histórico del que, de preferencia, se desconozca la mayoría de los detalles. Ir a investigar en diversas páginas y libros sobre el hecho, mientras más mejor. Y al final hacer un texto literario a partir de lo que se investigó. Esto sirve para practicar la habilidad de investigación y poderla plasmar en un texto.
Describe la imagen
Otro ejercicio que solemos hacer en Zona Fantasma, en sí la idea es buscar una imagen en la web, la que sea. Observarla, examinar cada detalle y luego escribir un texto narrativo inspirado en la imagen. De igual manera, yo recomiendo que sea un microrelato.
Siente tu entorno
Este ejercicio es una derivación del descrito un tanto más arriba. En este se debe de describir un lugar usando todos los sentidos exceptuando la vista. Cierre los ojos, recorra el lugar, huela, escuche, sienta; memorice lo que siente; y después siéntese y escríbalo. Recuerde: la vista no es nuestro único sentido.
Nota: Tenga cuidado, no se vaya a caer.
Nota: Tenga cuidado, no se vaya a caer.
Puntos de vista
Este es un ejercicio que permite practicar el hecho de la empatía del que ya se habló en otros artículos. La idea es recordar una diferencia de opiniones que hayas tenido con otra persona y escribir esta desde el punto de vista de la otra persona. Lo importante aquí es poder deducir qué pensaba y qué sentía aquella persona en ese momento, sin importar si tuviese la razón o no.
Se tus personajes
Otro ejercicio de empatía, como hemos dicho, esta cualidad es muy importante a la hora de escribir personajes ya que para hacerlos reales te debes de poder poner en sus zapatos. Por lo que este ejercicio trata de eso, escoge uno de tus personajes y relata alguna vivencia de él en primera persona, como si tú fueses él. Lo más recomendable es que el hecho relatado no tenga que ver con la historia que se está escribiendo, pudiendo ser éste un hecho de su pasado.
De momento serían todos los que recuerdo o los que se me ocurren. Recuerden: «El trabajo duro puede superar el talento», así que nunca dejen de practicar.
Nos estamos leyendo.
Arte por gogo, visiten su galería, que tiene un arte muy particular.