Los relatos surgidos a través de nuestros perfiles sociales el día de ayer.
Espero les gusten y comenten qué tal les parecieron.
¿Sabes qué? ¡Yo lo odiaba! Sí, lo odié más que nadie porque me hizo interesarme. Lo vi, y lo comencé a conocer tal cual era. Él se mostró ante mí sin tapujos, dejándome saber de su vida y sus problemas. Se produjo el amor, pues lo entendía. Él nunca se vio como un héroe, pero lo era. Al final decidió morir, por todos. Quizá era lo mejor, pero lo sentí como una traición. ¿A caso no sentiste lo especial que era lo nuestro? No… tú solo me usaste, para darte vida y luego verte morir. Un buen libro es justamente eso: odio, amor y traición.
Me adentré a la cueva con una sola idea en mente: Matar al dragón. ¿Por qué? Una prueba de valentía quizá, en nuestro reino cuando un caballero se convierte en capitán debe de matar un dragón de montaña y obtener uno de sus ojos. Los dragones de montaña son pequeños pero peligrosos, carecen de alas, pero en compensación tienen una anatomía más dinámica. Sus garras pueden perforar hasta la más resistente de las armaduras y un golpe de su cola puede fracturar un brazo, aún con armadura pesada encima. Y lo peor, esos brillantes ojos, lo único que los delata en la profunda oscuridad, ojos que parece que te roban el alma con sólo mirar.
«¿Por qué los matamos?», me preguntaba mientras me iba adentrando más en la montaña, ellos nunca habían sido un peligro para los humanos, nosotros éramos quienes los atacábamos. Mi visibilidad ya no superaba los tres metros, sin embargo a lo lejos apareció una brillante esfera del tamaño de mi mano: el ojo de un dragón.
Me mantuve en silencio. Cogí mi espada con fuerza y embestí.
«Las dudas que te aquejan son puras, mas tu actuar no lo es», escuché en mi mente y me detuve.
―¿Quién hablo? ―pregunté poniéndome en posición de defensa.
«Yo. Nosotros nunca los atacamos y sin embargo ustedes vienen a matarnos, si nosotros quisiéramos ya hubiésemos acabado con su ciudad, pero ya no hay nadie más aquí», escuché con pesar. De repente una esfera salió volando hacia mí.
«Es eso lo que buscas. Tómalo y déjame sólo», me ordenó al instante que yo cogí ese pesado objeto: su ojo. Su voz era autoritaria, pero al mismo tiempo reflejaba tristeza.
Me retiré del lugar, no sabía que pensar en ese momento. Más tarde fui con el rey, mi petición de dejar de matar a los dragones fue rechazada y mi acto considerado como traición. Morí, mi vida humana terminó.
―…pero ahora estoy ante todos ustedes, como uno de los nuestros. ¡Hoy será la venganza de todos nuestros hermanos caídos, porque ahora yo también soy un dragón!
Me llevaron a la Ergástula. Habían largas filas de presos encabezadas por un general romano, que con un juego de dedo, señalaba alguna de las filas a la que los presos debían ir. El general me llevó a la fila que siguió respirando tiempo después. Los trabajos forzados fueron horribles, pero fueron mejores que sufrir la amargura de ser comida para animales. A decir verdad, me aburrí bastante rápido. Debí haberte hecho caso. El problema de estos viajes, es la diferencia cultural. Un mancuniano, posee una cultura diferente a la de un romano del siglo pasado. En pleno invierno de mi pasantía al sufrimiento, por mi contextura y mi salud, hubo un esclavista que me compró. Vio en mí el potencial de un guerrero. Fue la mejor época. Yo me llené de gloria y de mujeres. El placer me obnubiló. Al final me hice viejo sin dar señales de vida. Pero ya es demasiado tarde. Nuevamente me llevaron a la Ergástula. Esta vez estoy en la fila que no respirará, y antes de convertirme en estuca, déjame decirte esto: «Mamá, te quiero. Apague el transmisor intertemporal porque soy infantil y no quería admitirlo. Soy un estúpido. Lo lamento mucho, perdóname».
Las noticias informaron el hallazgo segundos después que su hijo hiciera el salto temporal. Ella dijo desde su hogar: «Te lo dije».
[Fanáticos, sí, eso es lo sois. Tan solo escucháis a quien se hace llamar Dios y seguido caen a besar sus pies. Incrédulos, recelosos. Si él se ha ganado ese nombre me ganaré yo el de Demonio y consumiré vuestros sueños. Aquella ciudad me ignoró con su silencio, pero yo tan deseoso como estay no me quedaré solo observando].
Aquél hombre bajó velozmente hasta caer sobre aquel otro con corona en la cabeza, rompiéndole el cuello en un movimiento. Tomó el micrófono y dijo con el silencio de todos:
―Aquí comienza la revolución.
Tan difícil, es tan difícil verla a la cara y saber que nada de esto es verdad. Que he manipulado todo. Oh, qué maravilloso momento fue cuando me topé por primera vez con esta bella dama. Rasgos finos, una blanca piel que parece porcelana y una expresión amable; era perfecta, en un instante se volvió en todo para mí. Pero ella me desconocía y no sólo a mí, desconocía al mundo; un golpe en la cabeza le había hecho perder la memoria. La ayudé, la salvé y… la hice mía. Se volvió en mi mujer ideal, en alguien perfecta para mí… todo a base de engaños.
Es difícil, tan difícil…
―¡Amor, ya está lista la comida!
Pero aun así me gusta…
Me duele nunca habértelo dicho. Quizá lo di por sentado tanto tiempo y no lo vi necesario. Qué tonto he sido, y al final yo sabía que no volveríamos a vernos. Como en la primaria, seguí en contacto con todos y gradualmente los fui perdiendo, ahora ya no los conozco. ¿Es eso lo que pasará con nosotros? Ser un difuso recuerdo y nada más, eso es lo que seré yo. No te envío esta nota para recordarte. Causarme un dolor insoportable y tenerte en mi mente como una herida siempre abierta.
―¡Inicien el asalto! ―ordenó desde la nave el comandante y cuando cortó la comunicación, agregó para sí mismo―: Esas bestias viscosas, piensan que pueden negociar. ¿Qué creen que somos? ¿Papa Noel acaso? Más encima creen en la diplomacia. El arma de los débiles. Aunque entiendo porque lo dicen. Nosotros somos los fuertes. Es natural recurrir a dichas estratagemas... es más... El comandante se perdía en sus pensamientos. Al rato después lo interrumpieron.
―¿Comandante? ―Fred trataba de comunicarse por los transmisores de la nave.
―Aquí estoy, ¿qué pasa, Fred? ―contestó malhumorado.
―Traigo noticias.
―¿Qué noticias? ―preguntó impaciente.
―Los nativos no oponen resistencia. Comandante, yo creo que...
―Bah, no me vengas con esas. Sigan disparando. Nuestra misión es dejar limpio el planeta.
―Pero, debemos grabar imágenes de cuando nos atacan y...
―Minucias. Ataca a los más pequeños y veras que se defienden.
―Eso es...
―Es una orden. ―Apagó la comunicación y llamó a su secretaría, estaba enojado y la necesitaba.
En el planeta hubo fuertes alaridos. Los soldados rasos, los tanques y los aviones, casi no dieron abasto. Al final el número de bajas ascendió a números insospechados. Pero de igual manera, se terminó la limpieza.
―Comandante nosotros...
―Lo sé, bien hecho Fred. La guerra es la guerra. Matar o ser asesinado. Recuérdalo.
―Sí, lo recordaré.
Un campo llenó de flores marchitas, recibieron a los colonos sonrientes. Los soldados fueron ascendidos y el comandante del asalto, recibió una corona de flores por su labor. Todos felices y todos satisfechos.
Parado sobre un puente de madera deteriorado, tengo a mis costados dos clósets. Los dos contienen un cielo sin fin, donde podrías volar y existir sin preocupaciones, donde ni siquiera hay punto en existir, pues es la libertad absoluta que te funde con el todo y la nada. Y en realidad son ataúdes.
En medio de un vacío gris está el planeta, pintándose como una ola, un mar de vida y un árbol eterno. Pero no hay humanos, animales, ninguna clase de ser animado; el único movimiento es el mecer del agua que nutre la naturaleza y da color a un cielo encapsulado. Es el conocimiento definitivo: la interrogante y la respuesta que busca la humanidad como seres incompletos. No puede ser más simple: sobramos.
Veo la vida en frente y la no existencia a mis lados, este es el limbo inescapable conocido como muerte. Llueven millones de sillas, cada una es un observador como yo, son representaciones de todos nosotros que ya no vivimos, ligados a observar eternamente lo que no hemos aprovechado. Es la tortura decisiva.
El mar al frente mío es
Azul
Un azul de sufrimiento, arrepentimiento, tristeza, reminiscencias. Pienso en que ese mar, que jamás volveré a tocar, no debe ser tan malo, en que beber de él y recuperar lo irrecuperable es posible, en que me dará vida y no muerte. No es salado, es más maravilloso. Mi única creencia es que es dulce.
Inalcanzable,
Un Azul Dulce.
¿Qué hace un hombre en un país extranjero que desconoce? ¿Caminar?, ¿pasear?, ¿turistear?, ¿tomar fotos? Pues yo no soy de ese tipo de «turistas» yo prefiero dibujar. Así es, voy a los países extranjeros a buscar paisajes y dibujarlos, escenarios desde urbanos y cotidianos, hasta rurales y exóticos. He visto tanta belleza en esos viajes, sin embargo nada igual a la belleza que vi ese día. No era un paisaje, era una mujer. Estaba en un pequeño parque de un país de oriente cuando me topé con una delicada figura posando para una sesión de fotos. La joven no tenía rasgos de la gente de ese país, sin embargo llevaba una ropa tradicional del mismo. Era hermosa, sin embargo no era su físico el que me atraía, sino que expedía un aura tan especial sólo comparable a las maravillas más hermosas que he visto.
Miré desde atrás y comencé a dibujarla en secreto, el dibujo progresaba mientras ella seguía posando. Hasta que me volteo a ver y me sonrió, mostrándome aquella sonrisa que puede derretir corazones. Yo quedé en shock y cuando reaccioné ella ya no estaba más ahí.
El único recuerdo que tengo de aquel momento es este dibujo, mi pequeña obra maestra, un burdo intento de tratar de capturar la perfección.
Y ella me dijo que había nacido de una flor de loto. «Esas que flotan en el agua», dijo con desinterés mientras movía su dedo. Yo tan terrenal como era no le creí para nada. Traté de verlo desde un punto más simbólico; tranquila, hermosa, y quizá de ahí provenía su nombre: «Nelu». Sin embargo aquella serenidad suya representaba más que solo eso. Surgió de la nada cuando me la topé en el río. Como una flor de loto que surge del fondo del agua ella llegó a mi vida. Quizá una señal de que el amor podía resurgir…
―Soy la reencarnación de la reina Boudica y tú eres mi sirviente.
O el comienzo de algo más extraño y agotador.
[Llegué a la cima y mis ojos no dejaban de brillar. El anillo de Saturno rememoraba tiempos mejores. Vine porque recibí la petición de la estación número tres. Cuando llegué, los robots estaban a medio funcionar, el computador parpadeaba y el holograma de la IA me estaba esperando. Saqué las herramientas y entré a picar. Por aquí y por allá me moví, pero en verdad no hago nada. Las nanomáquinas hacen el trabajo. No soy más que un muñeco como otros, que debe aparentar ser útil. A pesar de eso, mi corazón late acelerado. Ella me pregunta cómo me siento, mas está programada para ello. Me siento triste. No hay mucho tiempo para hablar, las nanomáquinas terminan y ella me da las gracias. Es absurdo, el holograma sabe que no lo hice yo. Aun así, odio eso de ella. Lo odio de verdad, y por eso soy cobarde... No. Realmente no la odio. Yo en verdad, yo...].
Con la punta de los dedos, presiona el botón «Enviar» sin querer. Y su vida pende del hilo lógico y triste de los bits.
Con una pequeña pincelada se había creado otra persona. Me costó millones de años crear este pequeño ecosistema, que después mis propias creaciones llamaron «Tierra». Poniéndole nombre a lo que yo creé, vaya egocentrismo. Y pinté, pinté, pinté. Cada minuto, cada segundo, creando pequeñas figuras que se autodenominan «humanos». Pinto, pinto, pinto. ¿Por qué? Cuando me doy cuenta, los amo. Amo su sentido de individualidad cuando no tiene fin, la forma en que cada quién tiene sus propósitos y aspiraciones, son capaces de sentir y ser sentidos. Son como granos de arena que piensan de su existencia como un hecho trascendental.
Yo quiero interactuar con ellos, hablar de sus erradas creencias sobre lo omnipotente y lo desconocido. «¿Mente sobre materia?» Eso está mal. Pero no puedo llegar a ellos. Están encerrados en un lienzo.
En un homenaje a ellos, levanto mi pincel y en la distancia del vacío absoluto donde existo, pinto una luna. Para ellos aquello simboliza esperanza, es la representación de su unión; porque sin importar dónde o cuándo estén, con solo mirar hacia arriba saben que siempre estarán bajo el mismo cielo, románticamente bajo los mismos astros.
Que son solo gases.
Sonrío.
Vaya idiotas.
El carro viaja por el accidentado camino. Voy viajando con mi familia rumbo a un reino aliado para presentarme ante mi futuro esposo. ¿Estoy feliz o sólo resignada? No lo sé. Mi matrimonio unificará ambos reinos y salvará al nuestro, de cierta manera soy una heroína. Así que se podría decir que estoy feliz…
Aunque también puedo negarme y seguir siendo una simple princesa, mis padres me obligarían de cualquier manera, mas siempre hay una manera de escapar de todo: la muerte.
¿Soy una princesa o una heroína? En esta situación no puedo ser ambas, ¿qué debería de hacer?
Cada cierto tiempo, despertaba de su sueño. Al principio los vio con piedras y palos. «Sobrevivir» era la palabra que los describía. Decidió dormir nuevamente. Pasaron miles de años y despertó en medio de disputas de dominación. Crearon herramientas para sustentar sus fines y lo entristecía. «Estúpidos» era la palabra que los definía en esta ocasión. Durmió y volvió a despertar un par de miles de años después. Observó el momento que salían de su mundo por primera vez, aunque sus motivos eran perversos. Una competencia fue la que generó dicho avance. «Triste realidad» era la palabra ahora elegida. Durmió nuevamente y mucho. Ellos colonizaron más allá de lo que él mismo imagino. Pero así como colonizaron, destruyeron. Cuando abrió sus ojos, sintió un puño lleno de puás rozar su pétalo rojo. Grabándose con desprecio en él la palabra: «Desilusión». Incluso así, decidió ver lo que sucedería con ellos y no durmió. No hizo nada, porque nunca hizo nada antes. Por lo que al final las estrellas se hicieron pedazos; los planetas, añicos; las galaxias, polvo; y el universo, nada.
«No hay prejuicios ni malas intenciones, salvo las del hombre», dijo con amargura. Muriendo porque todo destruían y nada apreciaban. Al creador le faltaron mayores condimentos a los corazones que creó.
¿Dicen que han tenido sueños extraños? Bah, novatos, si supieran los sueños que me aquejan cada noche, eso sí es extraño. Desde una criatura de forma extraña con su boca abierta queriendo comerme, hasta un enorme payaso de esas cajas que tienes que girar para que salgan. O un simple balón con una boca y dientes afilados y otra cosas más. Sin embargo nada es más extraño como esa niña, una simple niña de peinado y vestimenta clásica. Sonríe. Dirán que eso no es nada, es cierto, el problema no es su sonrisa, sino las intenciones que esconde detrás de ellas.
La ves observarte y sonreír, te sientes cómodo y todo empeora de un instante a otro. Su simple mirada hace llenarte del más grande terror que alguna vez ha sentido cualquier humano.
Despiertas, sólo para darte cuenta que esos sueños y esa niña no sólo fue una pesadilla, sino la realidad misma que está más allá de nuestros ojos…
Espero les gusten y comenten qué tal les parecieron.
Así es el amor
Imagen por げみ
Por Dante Locke
Solicitado por Martin Gabriel Ramirez Leal, usando las palabras «Amor», «Odio» y «Traición»
Solicitado por Martin Gabriel Ramirez Leal, usando las palabras «Amor», «Odio» y «Traición»
¿Sabes qué? ¡Yo lo odiaba! Sí, lo odié más que nadie porque me hizo interesarme. Lo vi, y lo comencé a conocer tal cual era. Él se mostró ante mí sin tapujos, dejándome saber de su vida y sus problemas. Se produjo el amor, pues lo entendía. Él nunca se vio como un héroe, pero lo era. Al final decidió morir, por todos. Quizá era lo mejor, pero lo sentí como una traición. ¿A caso no sentiste lo especial que era lo nuestro? No… tú solo me usaste, para darte vida y luego verte morir. Un buen libro es justamente eso: odio, amor y traición.
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Ojo de Dragón
Imagen por Kaiseto
Por MidnightMoon
Solicitado por Erick Quiros, usando la imagen
Solicitado por Erick Quiros, usando la imagen
Me adentré a la cueva con una sola idea en mente: Matar al dragón. ¿Por qué? Una prueba de valentía quizá, en nuestro reino cuando un caballero se convierte en capitán debe de matar un dragón de montaña y obtener uno de sus ojos. Los dragones de montaña son pequeños pero peligrosos, carecen de alas, pero en compensación tienen una anatomía más dinámica. Sus garras pueden perforar hasta la más resistente de las armaduras y un golpe de su cola puede fracturar un brazo, aún con armadura pesada encima. Y lo peor, esos brillantes ojos, lo único que los delata en la profunda oscuridad, ojos que parece que te roban el alma con sólo mirar.
«¿Por qué los matamos?», me preguntaba mientras me iba adentrando más en la montaña, ellos nunca habían sido un peligro para los humanos, nosotros éramos quienes los atacábamos. Mi visibilidad ya no superaba los tres metros, sin embargo a lo lejos apareció una brillante esfera del tamaño de mi mano: el ojo de un dragón.
Me mantuve en silencio. Cogí mi espada con fuerza y embestí.
«Las dudas que te aquejan son puras, mas tu actuar no lo es», escuché en mi mente y me detuve.
―¿Quién hablo? ―pregunté poniéndome en posición de defensa.
«Yo. Nosotros nunca los atacamos y sin embargo ustedes vienen a matarnos, si nosotros quisiéramos ya hubiésemos acabado con su ciudad, pero ya no hay nadie más aquí», escuché con pesar. De repente una esfera salió volando hacia mí.
«Es eso lo que buscas. Tómalo y déjame sólo», me ordenó al instante que yo cogí ese pesado objeto: su ojo. Su voz era autoritaria, pero al mismo tiempo reflejaba tristeza.
Me retiré del lugar, no sabía que pensar en ese momento. Más tarde fui con el rey, mi petición de dejar de matar a los dragones fue rechazada y mi acto considerado como traición. Morí, mi vida humana terminó.
―…pero ahora estoy ante todos ustedes, como uno de los nuestros. ¡Hoy será la venganza de todos nuestros hermanos caídos, porque ahora yo también soy un dragón!
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Roma intertemporal
Imagen por Akeita
Por Ermitaño Encubierto
Solicitado por Leonel Felipe Guerra Duque, con las palabras «Ergástula», «Mancuniano» y «Estuca»
Solicitado por Leonel Felipe Guerra Duque, con las palabras «Ergástula», «Mancuniano» y «Estuca»
Me llevaron a la Ergástula. Habían largas filas de presos encabezadas por un general romano, que con un juego de dedo, señalaba alguna de las filas a la que los presos debían ir. El general me llevó a la fila que siguió respirando tiempo después. Los trabajos forzados fueron horribles, pero fueron mejores que sufrir la amargura de ser comida para animales. A decir verdad, me aburrí bastante rápido. Debí haberte hecho caso. El problema de estos viajes, es la diferencia cultural. Un mancuniano, posee una cultura diferente a la de un romano del siglo pasado. En pleno invierno de mi pasantía al sufrimiento, por mi contextura y mi salud, hubo un esclavista que me compró. Vio en mí el potencial de un guerrero. Fue la mejor época. Yo me llené de gloria y de mujeres. El placer me obnubiló. Al final me hice viejo sin dar señales de vida. Pero ya es demasiado tarde. Nuevamente me llevaron a la Ergástula. Esta vez estoy en la fila que no respirará, y antes de convertirme en estuca, déjame decirte esto: «Mamá, te quiero. Apague el transmisor intertemporal porque soy infantil y no quería admitirlo. Soy un estúpido. Lo lamento mucho, perdóname».
Las noticias informaron el hallazgo segundos después que su hijo hiciera el salto temporal. Ella dijo desde su hogar: «Te lo dije».
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Fanáticos del Dolor
Imagen por 疾速k
Por Dante Locke
Solicitado por Tobia Henry, con la palabra: «Fanático»
Solicitado por Tobia Henry, con la palabra: «Fanático»
[Fanáticos, sí, eso es lo sois. Tan solo escucháis a quien se hace llamar Dios y seguido caen a besar sus pies. Incrédulos, recelosos. Si él se ha ganado ese nombre me ganaré yo el de Demonio y consumiré vuestros sueños. Aquella ciudad me ignoró con su silencio, pero yo tan deseoso como estay no me quedaré solo observando].
Aquél hombre bajó velozmente hasta caer sobre aquel otro con corona en la cabeza, rompiéndole el cuello en un movimiento. Tomó el micrófono y dijo con el silencio de todos:
―Aquí comienza la revolución.
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Tan Difícil
Imagen por Kurama-chan
Por MidnightMoon
Solicitado por Tany Villanueva, con la frase: «Tan difícil»
Solicitado por Tany Villanueva, con la frase: «Tan difícil»
Tan difícil, es tan difícil verla a la cara y saber que nada de esto es verdad. Que he manipulado todo. Oh, qué maravilloso momento fue cuando me topé por primera vez con esta bella dama. Rasgos finos, una blanca piel que parece porcelana y una expresión amable; era perfecta, en un instante se volvió en todo para mí. Pero ella me desconocía y no sólo a mí, desconocía al mundo; un golpe en la cabeza le había hecho perder la memoria. La ayudé, la salvé y… la hice mía. Se volvió en mi mujer ideal, en alguien perfecta para mí… todo a base de engaños.
Es difícil, tan difícil…
―¡Amor, ya está lista la comida!
Pero aun así me gusta…
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La carta que nunca te envié
Imagen por ハラダミユキ
Por Dante Locke
Solicitado por Diana PameLa Jiménez, con la frase: «La carta que nunca te envié»
Solicitado por Diana PameLa Jiménez, con la frase: «La carta que nunca te envié»
Me duele nunca habértelo dicho. Quizá lo di por sentado tanto tiempo y no lo vi necesario. Qué tonto he sido, y al final yo sabía que no volveríamos a vernos. Como en la primaria, seguí en contacto con todos y gradualmente los fui perdiendo, ahora ya no los conozco. ¿Es eso lo que pasará con nosotros? Ser un difuso recuerdo y nada más, eso es lo que seré yo. No te envío esta nota para recordarte. Causarme un dolor insoportable y tenerte en mi mente como una herida siempre abierta.
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La guerra es la guerra
Imagen por Hokunin
Por Ermitaño Encubierto
Solicitado por Angel El Shinigami Osorio, usando la imagen
Solicitado por Angel El Shinigami Osorio, usando la imagen
―¡Inicien el asalto! ―ordenó desde la nave el comandante y cuando cortó la comunicación, agregó para sí mismo―: Esas bestias viscosas, piensan que pueden negociar. ¿Qué creen que somos? ¿Papa Noel acaso? Más encima creen en la diplomacia. El arma de los débiles. Aunque entiendo porque lo dicen. Nosotros somos los fuertes. Es natural recurrir a dichas estratagemas... es más... El comandante se perdía en sus pensamientos. Al rato después lo interrumpieron.
―¿Comandante? ―Fred trataba de comunicarse por los transmisores de la nave.
―Aquí estoy, ¿qué pasa, Fred? ―contestó malhumorado.
―Traigo noticias.
―¿Qué noticias? ―preguntó impaciente.
―Los nativos no oponen resistencia. Comandante, yo creo que...
―Bah, no me vengas con esas. Sigan disparando. Nuestra misión es dejar limpio el planeta.
―Pero, debemos grabar imágenes de cuando nos atacan y...
―Minucias. Ataca a los más pequeños y veras que se defienden.
―Eso es...
―Es una orden. ―Apagó la comunicación y llamó a su secretaría, estaba enojado y la necesitaba.
En el planeta hubo fuertes alaridos. Los soldados rasos, los tanques y los aviones, casi no dieron abasto. Al final el número de bajas ascendió a números insospechados. Pero de igual manera, se terminó la limpieza.
―Comandante nosotros...
―Lo sé, bien hecho Fred. La guerra es la guerra. Matar o ser asesinado. Recuérdalo.
―Sí, lo recordaré.
Un campo llenó de flores marchitas, recibieron a los colonos sonrientes. Los soldados fueron ascendidos y el comandante del asalto, recibió una corona de flores por su labor. Todos felices y todos satisfechos.
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Azul Azucarado
Imagen por J-K
Por André Espinoza
Solicitado por Yuui Chan, usando la imagen
Solicitado por Yuui Chan, usando la imagen
Parado sobre un puente de madera deteriorado, tengo a mis costados dos clósets. Los dos contienen un cielo sin fin, donde podrías volar y existir sin preocupaciones, donde ni siquiera hay punto en existir, pues es la libertad absoluta que te funde con el todo y la nada. Y en realidad son ataúdes.
En medio de un vacío gris está el planeta, pintándose como una ola, un mar de vida y un árbol eterno. Pero no hay humanos, animales, ninguna clase de ser animado; el único movimiento es el mecer del agua que nutre la naturaleza y da color a un cielo encapsulado. Es el conocimiento definitivo: la interrogante y la respuesta que busca la humanidad como seres incompletos. No puede ser más simple: sobramos.
Veo la vida en frente y la no existencia a mis lados, este es el limbo inescapable conocido como muerte. Llueven millones de sillas, cada una es un observador como yo, son representaciones de todos nosotros que ya no vivimos, ligados a observar eternamente lo que no hemos aprovechado. Es la tortura decisiva.
El mar al frente mío es
Azul
Un azul de sufrimiento, arrepentimiento, tristeza, reminiscencias. Pienso en que ese mar, que jamás volveré a tocar, no debe ser tan malo, en que beber de él y recuperar lo irrecuperable es posible, en que me dará vida y no muerte. No es salado, es más maravilloso. Mi única creencia es que es dulce.
Inalcanzable,
Un Azul Dulce.
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Aquella Sonrisa
Imagen por Kutty-Sark
Por MidnightMoon
Solicitado por Vita López, usando la imagen
Solicitado por Vita López, usando la imagen
¿Qué hace un hombre en un país extranjero que desconoce? ¿Caminar?, ¿pasear?, ¿turistear?, ¿tomar fotos? Pues yo no soy de ese tipo de «turistas» yo prefiero dibujar. Así es, voy a los países extranjeros a buscar paisajes y dibujarlos, escenarios desde urbanos y cotidianos, hasta rurales y exóticos. He visto tanta belleza en esos viajes, sin embargo nada igual a la belleza que vi ese día. No era un paisaje, era una mujer. Estaba en un pequeño parque de un país de oriente cuando me topé con una delicada figura posando para una sesión de fotos. La joven no tenía rasgos de la gente de ese país, sin embargo llevaba una ropa tradicional del mismo. Era hermosa, sin embargo no era su físico el que me atraía, sino que expedía un aura tan especial sólo comparable a las maravillas más hermosas que he visto.
Miré desde atrás y comencé a dibujarla en secreto, el dibujo progresaba mientras ella seguía posando. Hasta que me volteo a ver y me sonrió, mostrándome aquella sonrisa que puede derretir corazones. Yo quedé en shock y cuando reaccioné ella ya no estaba más ahí.
El único recuerdo que tengo de aquel momento es este dibujo, mi pequeña obra maestra, un burdo intento de tratar de capturar la perfección.
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Nelumbo
Imagen por DomotoLain
Por Dante Locke
Solicitado por André Espinoza, usando la imagen
Solicitado por André Espinoza, usando la imagen
Y ella me dijo que había nacido de una flor de loto. «Esas que flotan en el agua», dijo con desinterés mientras movía su dedo. Yo tan terrenal como era no le creí para nada. Traté de verlo desde un punto más simbólico; tranquila, hermosa, y quizá de ahí provenía su nombre: «Nelu». Sin embargo aquella serenidad suya representaba más que solo eso. Surgió de la nada cuando me la topé en el río. Como una flor de loto que surge del fondo del agua ella llegó a mi vida. Quizá una señal de que el amor podía resurgir…
―Soy la reencarnación de la reina Boudica y tú eres mi sirviente.
O el comienzo de algo más extraño y agotador.
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Amabilidad Artificial
Imagen por Siamon89
Por Ermitaño Encubierto
Solicitado por Ricardo Castellanos Leon, con la frase: «Llegué a la cima y mis ojos no dejaban de brillar»
Solicitado por Ricardo Castellanos Leon, con la frase: «Llegué a la cima y mis ojos no dejaban de brillar»
[Llegué a la cima y mis ojos no dejaban de brillar. El anillo de Saturno rememoraba tiempos mejores. Vine porque recibí la petición de la estación número tres. Cuando llegué, los robots estaban a medio funcionar, el computador parpadeaba y el holograma de la IA me estaba esperando. Saqué las herramientas y entré a picar. Por aquí y por allá me moví, pero en verdad no hago nada. Las nanomáquinas hacen el trabajo. No soy más que un muñeco como otros, que debe aparentar ser útil. A pesar de eso, mi corazón late acelerado. Ella me pregunta cómo me siento, mas está programada para ello. Me siento triste. No hay mucho tiempo para hablar, las nanomáquinas terminan y ella me da las gracias. Es absurdo, el holograma sabe que no lo hice yo. Aun así, odio eso de ella. Lo odio de verdad, y por eso soy cobarde... No. Realmente no la odio. Yo en verdad, yo...].
Con la punta de los dedos, presiona el botón «Enviar» sin querer. Y su vida pende del hilo lógico y triste de los bits.
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Tinta esparcida
Imagen por Vitkusan
Por André Espinoza
Solicitado por Benjamin Urias Curiel Sanchez, con la frase: «Bajo la misma luna»
Solicitado por Benjamin Urias Curiel Sanchez, con la frase: «Bajo la misma luna»
Con una pequeña pincelada se había creado otra persona. Me costó millones de años crear este pequeño ecosistema, que después mis propias creaciones llamaron «Tierra». Poniéndole nombre a lo que yo creé, vaya egocentrismo. Y pinté, pinté, pinté. Cada minuto, cada segundo, creando pequeñas figuras que se autodenominan «humanos». Pinto, pinto, pinto. ¿Por qué? Cuando me doy cuenta, los amo. Amo su sentido de individualidad cuando no tiene fin, la forma en que cada quién tiene sus propósitos y aspiraciones, son capaces de sentir y ser sentidos. Son como granos de arena que piensan de su existencia como un hecho trascendental.
Yo quiero interactuar con ellos, hablar de sus erradas creencias sobre lo omnipotente y lo desconocido. «¿Mente sobre materia?» Eso está mal. Pero no puedo llegar a ellos. Están encerrados en un lienzo.
En un homenaje a ellos, levanto mi pincel y en la distancia del vacío absoluto donde existo, pinto una luna. Para ellos aquello simboliza esperanza, es la representación de su unión; porque sin importar dónde o cuándo estén, con solo mirar hacia arriba saben que siempre estarán bajo el mismo cielo, románticamente bajo los mismos astros.
Que son solo gases.
Sonrío.
Vaya idiotas.
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Princesa...
Imagen por ShuShuhome
Por MidnightMoon
Solicitado por Agustin Gaona P, con la frase: «Soy una princesa o una heroína»
Solicitado por Agustin Gaona P, con la frase: «Soy una princesa o una heroína»
El carro viaja por el accidentado camino. Voy viajando con mi familia rumbo a un reino aliado para presentarme ante mi futuro esposo. ¿Estoy feliz o sólo resignada? No lo sé. Mi matrimonio unificará ambos reinos y salvará al nuestro, de cierta manera soy una heroína. Así que se podría decir que estoy feliz…
Aunque también puedo negarme y seguir siendo una simple princesa, mis padres me obligarían de cualquier manera, mas siempre hay una manera de escapar de todo: la muerte.
¿Soy una princesa o una heroína? En esta situación no puedo ser ambas, ¿qué debería de hacer?
…
Al final estoy aquí. En el altar esperando mi casamiento, dejaré de ser una princesa, para volverme reina. Pero al mismo tiempo seré una heroína pues habré salvado mi reino gracias a los lazos formados con esta unión. Sonrío. Así es la vida de la nobleza… Versión en imagen
La melancolía del creador
Imagen por 橘
Por Ermitaño Encubierto
Solicitado por Irma Paola Jimenez, con la frase: «No hay prejuicios ni malas intenciones salvo las del hombre»
Solicitado por Irma Paola Jimenez, con la frase: «No hay prejuicios ni malas intenciones salvo las del hombre»
Cada cierto tiempo, despertaba de su sueño. Al principio los vio con piedras y palos. «Sobrevivir» era la palabra que los describía. Decidió dormir nuevamente. Pasaron miles de años y despertó en medio de disputas de dominación. Crearon herramientas para sustentar sus fines y lo entristecía. «Estúpidos» era la palabra que los definía en esta ocasión. Durmió y volvió a despertar un par de miles de años después. Observó el momento que salían de su mundo por primera vez, aunque sus motivos eran perversos. Una competencia fue la que generó dicho avance. «Triste realidad» era la palabra ahora elegida. Durmió nuevamente y mucho. Ellos colonizaron más allá de lo que él mismo imagino. Pero así como colonizaron, destruyeron. Cuando abrió sus ojos, sintió un puño lleno de puás rozar su pétalo rojo. Grabándose con desprecio en él la palabra: «Desilusión». Incluso así, decidió ver lo que sucedería con ellos y no durmió. No hizo nada, porque nunca hizo nada antes. Por lo que al final las estrellas se hicieron pedazos; los planetas, añicos; las galaxias, polvo; y el universo, nada.
«No hay prejuicios ni malas intenciones, salvo las del hombre», dijo con amargura. Muriendo porque todo destruían y nada apreciaban. Al creador le faltaron mayores condimentos a los corazones que creó.
Versión en imagen
Pesadillas
Imagen por 橘
Por MidnightMoon
Solicitado por Keinneth Ortiz, usando la imagen
Solicitado por Keinneth Ortiz, usando la imagen
¿Dicen que han tenido sueños extraños? Bah, novatos, si supieran los sueños que me aquejan cada noche, eso sí es extraño. Desde una criatura de forma extraña con su boca abierta queriendo comerme, hasta un enorme payaso de esas cajas que tienes que girar para que salgan. O un simple balón con una boca y dientes afilados y otra cosas más. Sin embargo nada es más extraño como esa niña, una simple niña de peinado y vestimenta clásica. Sonríe. Dirán que eso no es nada, es cierto, el problema no es su sonrisa, sino las intenciones que esconde detrás de ellas.
La ves observarte y sonreír, te sientes cómodo y todo empeora de un instante a otro. Su simple mirada hace llenarte del más grande terror que alguna vez ha sentido cualquier humano.
Despiertas, sólo para darte cuenta que esos sueños y esa niña no sólo fue una pesadilla, sino la realidad misma que está más allá de nuestros ojos…